A menudo miramos el mundo a través de una mente condicionada por la prisa, las expectativas y la tensión acumulada del día. Sin darnos cuenta, esta mirada rígida genera distancia, juicio y malestar interior. Cuando la mente está agitada, incluso lo pequeño se vuelve pesado.
Por eso, aprender a mirar con amor es una práctica transformadora: suaviza la mente, abre el corazón y nos ayuda a relacionarnos con los demás —y con nosotros mismos— de un modo más amable y real.

En la clase “Mira con amor”, guen Kelsang Chödron nos guiará en una meditación accesible que nos permitirá descubrir cómo cultivar una mirada más cálida y abierta hacia todo lo que nos rodea. No se trata de forzar una emoción, sino de entrenar una actitud interna que nace de la paz, la comprensión y el deseo genuino de bienestar.

Durante la sesión exploraremos cómo transformar la forma en que observamos nuestras experiencias diarias. Cuando miramos con amor, disminuye la tensión interna, desaparece la sensación de lucha constante y comienza a surgir una sensación de conexión y ligereza. Una mente amorosa no es ingenua ni débil; es fuerte, clara y capaz de responder con equilibrio incluso en situaciones difíciles.

Esta clase está pensada para quienes desean vivir con más serenidad, relaciones más sanas y una actitud más compasiva ante los retos cotidianos. Meditar sobre el amor no solo cambia cómo nos sentimos, sino también cómo actuamos, cómo hablamos y cómo nos vinculamos con el mundo.

Un espacio para detenernos, respirar y aprender a mirar de una forma que nos libera.